El intestino no solo digiere comida, también emociones
A lo largo de los años acompañando personas en sus procesos de cambio, he aprendido algo que ningún libro de nutrición me enseñó del todo: muchas veces, los malestares digestivos son el eco de lo que no nos atrevemos a decir.
El intestino, ese órgano que parece “solo” digerir lo que comemos, guarda una relación íntima con nuestras emociones. Y aunque parezca increíble, puede hablar más claro que nuestra propia mente.
¿Te ha pasado? Tu cuerpo sabe antes que tú
Piensa en esto: ¿alguna vez te ha dolido el estómago antes de una conversación importante? ¿Has sentido mariposas cuando estás enamorada(o)? ¿Te ha dado diarrea en un momento de mucho estrés?
No son coincidencias. Existe una red real y potente de comunicación entre el cerebro y el intestino, llamada eje intestino-cerebro. A través del nervio vago, neurotransmisores y hormonas, lo que sientes llega a tu sistema digestivo. Y viceversa.
La serotonina también vive en tu intestino
¿Sabías que cerca del 90% de la serotonina —la hormona del bienestar— se produce en el intestino? Esto significa que un intestino saludable no solo influye en cómo digieres los alimentos, sino también en cómo experimentas la vida.
Y aquí viene lo más importante: si tu digestión está alterada, es posible que tu estado de ánimo también lo esté.
Tu intestino te protege, pero también te habla
Muchas veces, detrás de síntomas como inflamación, gases, estreñimiento o colon irritable, hay una historia emocional que no hemos querido mirar. El cuerpo empieza a gritar cuando llevamos mucho tiempo callando.
Como nutricionista, he aprendido que una alimentación verdaderamente saludable no se trata solo de nutrientes, sino también de nutrir la relación que tenemos con nosotras mismos.
Nuestro intestino no solo digiere lo que comemos, también procesa lo que sentimos. La microbiota intestinal —ese ecosistema de bacterias que habita en nosotros— influye directamente en nuestro sistema inmunológico, en la producción de neurotransmisores como la serotonina y en nuestro estado de ánimo.
Cuidarla a través de una alimentación rica en fibra, alimentos fermentados y probióticos no solo mejora la digestión, también fortalece el vínculo entre el cuerpo y la mente. Porque cuando sanamos por dentro, todo empieza a florecer por fuera.
¿Qué estás tragando sin darte cuenta?
Más allá de lo físico, el intestino nos invita a preguntarnos:
¿Qué emociones estoy “tragando” sin digerir?
¿A qué ritmo estoy viviendo?
¿Estoy comiendo desde el hambre real o desde la ansiedad?
¿Qué necesito soltar?
El primer paso hacia el bienestar digestivo es dejar de luchar contra tu cuerpo y empezar a escucharlo con compasión.
Alimenta tu paz, no solo tu cuerpo
Te invito a reconectar contigo, desde el respeto y la curiosidad. No solo para sanar tu digestión, sino para empezar a hacer las paces con todo lo que vives, sientes y piensas.
Recuerda: el intestino es un espejo. Y muchas veces, lo que te está mostrando es justo lo que necesitas ver para empezar a sanar.
Escucha el susurro antes de que se vuelva grito
La próxima vez que sientas molestias digestivas, no las tapes. Pregúntate: ¿Qué estoy callando que mi cuerpo necesita expresar?
Tu intestino no está roto. Solo está tratando de hablar contigo.
¿Te gustaría empezar tu camino hacia una nutrición más consciente?
Si este artículo resonó contigo, recuerda que no estás sola. Estoy aquí para acompañarte a reconectar con tu cuerpo, sanar desde adentro y construir hábitos que nutran tu vida 💚✨
📞 Puedes agendar tu consulta escribiéndome al 920 156 369
📩 O reservando en Calendly
🗓️ Atendemos de forma presencial en Trujillo y también online para todo el Perú 🌍
Social Chat is free, download and try it now here!